La poesía tiene aristas tal vez desconocidas por muchos.
Zonas que no han sido exploradas, oscurecidas tal vez por aquellos lugares
comunes que resulta más fácil usar. Pero, a su vez, el hecho de que la poesía
tenga como vehículo primordial la palabra, le permite explorar esos sitios que
no se conocen. Porque es eso mismo lo que pasa con la palabra.
Inventar, crear palabras, para crear un poema, es una
estrategia válida para el poeta. Es este el caso de Abecedario, el nuevo libro
de Gustavo Aguilera, SVD, que nos sorprende con una infinidad de términos
nuevos, desconocidos, creados por él mismo en este afán de que cada verso
comience con la misma letra, en orden ascendente, para que el alfabeto español
se complete.
Encontraremos en estos versos palabras conocidas, que
integran nuestro vocabulario cotidiano; pero encontraremos también vocablos
nuevos, desconocidos, traídos por el conocimiento de un sacerdote que ha
viajado por el mundo y ha adquirido un léxico absolutamente lejano para muchos
de nosotros; y hemos de encontrarnos también con vocablos más que nuevos,
inventados, creados por la imaginación profusa de este poeta que nos sorprende,
una vez más, con su creación.
Y es que la poesía se instala entre nosotros para
señalarnos y hacernos cómplices de aquello que “dice” el poeta, o de lo que
“quiere decir”, en nuestra comprensión.
Abecedario es un corpus poético de un poeta que nos
interpela, que nos moviliza, y que nos obliga (tal como lo hiciera con su
primer libro) a leer una y otra vez, hasta entenderlo. Necesitamos, para
comprenderlo, convertirnos en partícipes directos de esta creación literaria.
Encuentro aquí un instrumento estratégico para que los
docentes inicien con la enseñanza del alfabeto español a los alumnos de los
primeros años escolares. Leo este libro y me imagino a los niños aplaudiendo y
voceando los versos que aquí se encuentran. Y aprendiendo el alfabeto, que es
el objetivo último del docente que enseña.
Los invito, entonces, a bucear en estos versos; a
descubrir la riqueza de un vocabulario diferente, a adueñarnos de la música que
impera en cada poema, que nos sacude abruptamente con finales inesperados. Los
invito a comprometerse en la lectura exhaustiva, profunda, delicada y
pensativa, para hacer que cada verso de cada poema, encuentre la musicalidad
que el autor le ha otorgado.
Enhorabuena al poeta. Enhorabuena a nosotros, que podemos
disfrutar de esta lectura. Enhorabuena al mundo de la poesía, que se ve
enriquecido con una nueva producción literaria.
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